Los resultados de un estudio reciente de la Universidad de Santiago de Compostela sobre huevos de chorlitejo patinegro han mostrado que, un lustro después de producirse la marea negra del Prestige, se dio un aumento inesperado de los niveles de hidrocarburos en la costa atlántica de Galicia. La contaminación, amplificada los años anteriores por la maniobra de alejamiento del buque, volvió a crecer debido a los numerosos incendios forestales del verano de 2006.