Una investigación liderada por la Universidad del País Vasco ha demostrado que las mordeduras humanas de huesos tienen características distintivas que permiten diferenciarlas de las producidas por otros animales, y que el cocinado previo de la carne influye en la aparición de estas marcas. Este estudio aporta valiosas conclusiones para el análisis de restos de comida encontrados en yacimientos.
Los seres humanos están adaptados biológicamente para obtener ventajas de los beneficios de la cocina. Así lo indica un nuevo estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Harvard (EE UU), que muestra cómo se obtiene más energía de la carne cocinada que de la carne cruda.