Desde hace décadas, en el mundo occidental la población tiende a migrar del campo a la ciudad. Sin embargo, esto no influye para que el individuo establezca con la naturaleza una conexión especial, más allá de la biofísica. Para medir esa conexión, los psicólogos ambientales utilizan métodos que han aplicado indistintamente a países diversos. Una investigación española demuestra que la Escala de Conectividad con la Naturaleza presenta diferencias según el contexto cultural en el que se aplique.