El estudio demuestra que un chisme negativo hace más probable que veamos una cara que si no teníamos información sobre ella.
Un estudio de la Universidad del Noreste de Boston (EE UU), que se publica en la revista Science Express, muestra cómo nuestro cerebro hace uso del cotilleo. Los investigadores han descubierto que inconscientemente nuestro sistema visual presta más atención a una cara de una persona sobre la que hemos oído chismes negativos.