Investigadores de la Universidad de Valencia han descubierto percebes que habitan exclusivamente en las aletas de pequeños cetáceos, en concreto, en delfines de aguas tropicales y templadas. A pesar del intenso movimiento del mamífero, los percebes logran alimentarse y reproducirse. Hasta ahora, este comportamiento, descrito en la revista PLoS ONE, no se conocía.
Científicos españoles, en colaboración con el Australian Museum de Sídney, han comprobado los efectos de la contaminación lumínica sobre la fauna microscópica marina. Se trata del primer estudio sobre este tipo de especies que, según las conclusiones de los expertos, modifican su comportamiento y procesos de migración con la luz artificial, lo que repercute en el ecosistema.
Investigadores de la Universidad de Málaga, junto a colegas brasileños, han aplicado nanoesferas de calcio procedentes de corazas de crustáceos para propiciar la reacción química necesaria para obtener biodiésel. Se trata del primer estudio que utiliza este material barato y abundante en la naturaleza para fabricar el biocombustible.
La mayoría de los animales tienen en sus ojos entre dos y cuatro fotorreceptores para distinguir los colores. Los estomatópodos (Stomatopoda) o gambas mantis son los únicos seres vivos que tienen doce. Un equipo de investigadores ha resuelto parte del misterio de su peculiar sistema de visión: no les permite distinguir mejor los colores que al resto; sin embargo, su forma de codificarlos les da ventajas a la hora aparearse o reconocer el peligro.
Un equipo de científicos ha descrito dos crustáceos cladóceros, que podrían ser endémicos de la Península Ibérica, y que se hallaron en dos lagunas, una en la cuenca baja del Guadalquivir y otra en una dehesa de Extremadura. Ambos artrópodos podrían habitar en la actualidad en más regiones del área Mediterránea.
Ilustración de los dos nuevos crustáceos.
Vértebra colonizada por los bivalvos.
Los crustáceos son una de las especies más afectadas por el incremento de la acidez de los océanos.
En los últimos 25 años, Ana Isabel Camacho (Soria, 1960) se ha adentrado en las cuevas españolas para mostrar una parte de la vida que hay en sus aguas. Ahora, la investigadora del Museo Nacional de Ciencias Naturales desvela a SINC el motivo de esta atracción y la importancia científica de este misterioso universo.