La estructura del pelo del oso polar ha servido de inspiración a un equipo internacional de investigadores para diseñar una nueva membrana nanoestructurada. Este tipo de red nanofibrosa, patentada por científicos de la Universidad Complutense de Madrid, sirve para desalar aguas con alto contenido en sales.
La desalación por ósmosis inversa de aguas salobres y de mar se ha convertido en una tecnología competitiva. Un estudio pionero en Análisis de Ciclo de Vida (ACV) demuestra que, empleando esta técnica en aguas salobres, se reduce en un 50% el impacto medioambiental del proceso, respecto al tratamiento con agua de mar.