Las avutardas (Otis tarda) presentan un acusado dimorfismo sexual de tamaño: las hembras pesan tres veces menos que los machos. La dieta de hembras y machos también está condicionada por la segregación sexual característica de la especie, según un estudio del Museo Nacional de Ciencias Naturales.
Las características femeninas ayudan a aumentar la supervivencia en las primeras etapas de la vida y los atributos seleccionados en edades tempranas podrían suponer una limitación en la magnitud del dimorfismo sexual adulto, según un estudio realizado con cernícalos vulgares (Falco tinnunculus) por el Museo Nacional de Ciencias Naturales.
En la imagen pueden observarse los diferentes volúmenes (verde = grande, amarillo = pequeño) de las regiones del cerebro en 42 adultos que muestran la coincidencia entre las formas que los cerebros de las mujeres y los cerebros de los hombres. / Zohar Berman y Daphna Joel
La vistosidad del plumaje en las aves y la diferente coloración que se observa entre sexos en algunas especies están relacionadas con el hecho de que nidifiquen en cavidades o en emplazamientos abiertos. Investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) comprueban las predicciones de Alfred Russel Wallace sobre la evolución de la coloración en aves.