Un equipo dirigido por la investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Yolanda Sanz ha demostrado por primera vez la relación entre la microflora intestinal y la enfermedad celíaca, una dolencia de carácter autoinmune que provoca intolerancia al gluten. El hallazgo, publicado en la revista GUT, sienta las bases para el desarrollo de futuras estrategias de intervención nutricional que contribuyan a restablecer el equilibro intestinal en el paciente celíaco y a mejorar su calidad de vida.