Un estudio publicado hoy en la revista Nature Medicine identifica más de 500 nuevas alteraciones en la función del genoma que son específicas de la leucemia linfática crónica. Los expertos descubrieron que tan solo tres familias de proteínas parecen estar encargadas de dicho cambio. El trabajo abre la puerta al desarrollo de nuevas terapias.
Los genes inhibidores de tumores pierden su función protectora si se les añade una determinada modificación química. Un nuevo estudio firmado por Manel Esteller consigue caracterizar los epigenomas completos de los tumores más frecuentes, es decir, todas aquellas modificaciones no genéticas de su genoma. Los resultados, publicados en Oncogene, recogen por el momento los de cáncer de colon, pulmón y mama.
Por primera vez, un equipo de investigadores ha descifrado el epigenoma del linfoma de las células del manto, un tipo de cáncer agresivo derivado de los linfocitos B, las células del sistema inmune que producen los anticuerpos. Los resultados explican que la conformación tridimensional del ADN cambia en los linfomas y da lugar a la activación de genes de cáncer.
A partir de los algoritmos utilizados para el análisis de la influencia y popularidad de las páginas web, un equipo de investigación saca a la luz la red de comunicación entre las marcas del epigenoma, una pieza clave en la regulación de los genes. Estos resultados sientan las bases para explorar la comunicación entre las señales del epigenoma de las células del cáncer y enfermedades neurodegenerativas.
La canastilla de plata (Arabis alpina) es una planta que pertenece a la familia de las Brassicaceae, que incluye más de 3.000 especies diferentes, entre ellas varias cosechas de gran importancia económica como la colza, la col o la mostaza. La secuenciación del genoma y epigenoma de esta planta aporta claves sobre su resistencia a temperaturas extremas.
Investigadores del Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona) han desarrollado un software para analizar y comprender a través de mapas de fácil interpretación el gran volumen de datos epigenéticos y genéticos disponibles. Su nombre, ChroGPS, que se presenta en la revista Nucleic Acids Resarch.
¿Qué nos hace distintos? ¿Qué nos diferencia de nuestros vecinos, de nuestros amigos o de desconocidos de lejanos países? Desde hace años sabemos que existen diferencias genéticas entre distintas poblaciones humanas que contribuyen a su aspecto y a una diferente susceptibilidad a las enfermedades. Un estudio liderado por el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Bellvitge describe ahora que también somos distintos debido al epigenoma.
Un equipo de investigadores de nueve centros españoles ha presentado los epigenomas de 139 pacientes de leucemia linfática crónica. El trabajo, publicado en Nature Genetics, ha permitido distinguir nuevos subtipos de la enfermedad.
Un estudio internacional coordinado por Manel Esteller comprueba cómo las marcas epigenéticas se van degradando a lo largo del tiempo. Dado que las lesiones epigenéticas son reversibles, se podrían llegar a desarrollar fármacos que aumenten el tiempo de vida.
Investigadores del Instituto Salk de California (EE UU) han trazado el primer mapa detallado del epigenoma humano, es decir, del conjunto de modificaciones del genoma que interviene en patologías como el cáncer, el alzheimer y diversas enfermedades mentales.