Hace 460 millones de años, en las profundidades marinas de lo que hoy es el estado estadounidense de Iowa vivía una especie de euriptérido o gigantostráceo, también conocido como ‘escorpión marino’. Pero este artrópodo no pertenecía a la familia de los escorpiones porque carecía de glándula venenosa. En realidad estaba más emparentado con las arañas modernas. Lo sorprendente de Pentecopterus decorahensis es que medía más de metro y medio.