Un estudio de la Universidad de Córdoba ha dibujado el mapa genético del espárrago cultivado y señala el cromosoma que determina el sexo del cultivo. El espárrago cultivado es una especie dioica, es decir, tiene plantas macho y plantas hembra y hay un cromosoma encargado de determinar que así sea. Las plantas masculinas son más rentables que las femeninas, por lo que la mejora de variedades se centra el desarrollo de híbridos en los que todas las plantas sean macho.
No todo el mundo es capaz de reconocer el aroma fuerte y característico en el pis humano que se produce tras comer espárragos. Esta habilidad tiene un origen genético, según un estudio publicado en el número especial de Navidad de la revista BMJ.