Los detectores Virgo y LIGO de ondas gravitacionales registraron 39 eventos entre abril y octubre de 2019. Estas numerosas observaciones se corresponden con colisiones de agujeros negros o estrellas de neutrones y abren la puerta a nuevos estudios sobre poblaciones de objetos astrofísicos y de física fundamental.
Tiene unas 2,6 veces la masa del Sol, lo que lo sitúa en el 'hueco' que hay entre las estrellas de neutrones más masivas y los agujeros negros más ligeros. Sea lo que sea, este enigmático objeto se fusionó hace 800 millones de años con un agujero negro, emitiendo una potente onda gravitacional que han detectado los observatorios Virgo en Europa y LIGO en Estados Unidos.
Las colaboraciones científicas LIGO y Virgo han anunciado que el detector de Livingston (EE UU) ha registrado ondas gravitacionales procedentes muy posiblemente de la fusión de dos estrellas de neutrones. La masa del sistema binario que causó este evento, denominado GW190425, es unas 3,4 veces mayor que la del Sol, una cantidad superior a la esperada.
El 26 de abril de 2019 los detectores LIGO (EE UU) y Virgo (Italia) registraron la que podría ser la primera señal observada hasta ahora de ondas gravitacionales procedentes de la colisión de un agujero negro y una estrella de neutrones. Si se confirma, sería un acontecimiento largamente esperado por los astrofísicos.
El radiotelescopio canadiense CHIME ha detectado la segunda ráfaga de radio rápida y periódica encontrada hasta ahora en el universo. La mayoría de los astrónomos considera que estas misteriosas señales las producen fenómenos astrofísicos muy potentes a miles de millones de años luz de distancia, pero hay una minoría que no descarta una fuente tecnológica extraterrestre.
Gracias a ciudadanos que han cedido la potencia de sus ordenadores personales para realizar cálculos astronómicos, se han descubierto dos nuevas estrellas de neutrones que no eran visibles hasta ahora.
La NASA ha colocado en la Estación Espacial Internacional el primer explorador de estrellas de neutrones, unos remanentes estelares superdensos con potentes campos magnéticos. La misión, denominada NICER, también pondrá a prueba por primera vez la navegación por rayos X en el espacio.
Astrofísicos españoles e italianos han encontrado un púlsar que, como si fuera un faro, emite rayos X cada 6,4 horas, lo que le convierte en el de rotación más lenta detectado hasta ahora. Los púlsares son estrellas de neutrones que emiten radiación periódica y este es del tipo magnetar, por el potente campo magnético que hay a su alrededor, dentro de una supernova situada a 9.000 años luz de la Tierra.
Dos físicos teóricos de España y Alemania plantean la posible existencia de planetas compactos, con masas similares a la de Júpiter o la Tierra pero mucho más pequeños. Este nuevo tipo de objeto astronómico ocultaría materia oscura en su interior, aunque fuera visible por fuera. Comienza ahora su búsqueda por el universo.
Esta impresión artística muestra al magnetar del rico cúmulo de estrellas muy jóvenes Westerlund 1. / ESO/L. Calçada