El primer fósil inequívoco de una mosca del clado Calyptratae, hallado en un ámbar de la República Dominicana, ofrece nuevas pistas sobre la rápida radiación o diversificación en especies de este grupo de insectos durante la era Cenozoica. El gran evento de extinción del Cretácico-Paleógeno, que afectó a otros animales, parece estar vinculado a la diversificación de estos dípteros.
Un equipo del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, en Burgos, ha reconstruido el esmalte desgastado de molares inferiores mediante una técnica más precisa fácilmente exportable a otros elementos anatómicos. Se podrá aplicar tanto a poblaciones humanas modernas, como al registro fósil y las ciencias forenses.
Un equipo internacional de científicos, con la participación de varios centros españoles, ha descubierto un cráneo humano de 400.000 años, el más antiguo jamás hallado en Portugal y el más occidental de los restos encontrados en Europa. Según el trabajo, el fósil arroja luz sobre la evolución humana durante el Pleistoceno medio y sobre el origen de los neandertales.
Representación de la nueva especie, el Sparalepsis tingi / Brian Choo
En el Cretácico, hace unos 105 millones de años, no existían ni hormigas, ni abejas ni mariposas con espiritrompa, y la mayoría de ecosistemas terrestres estaban dominados por plantas sin flores (gimnospermas). Darwinylus marcosi es el nombre del escarabajo –inspirado en la pasión del naturalista inglés Charles Darwin por estos insecto– que representa la primera evidencia científica de un nuevo patrón de polinización en insectos en el Cretácico medio, según un artículo de la revista Current Biology que cuenta con participación española.
El hallazgo fortuito de un fragmento de cráneo en una playa de Mallorca ha permitido describir por primera vez la presencia de un reptil de hace unos 260 millones de años en el sur de Europa. El animal pertenece a un grupo de reptiles basales que se extinguieron a final del Pérmico, durante la llamada "madre de las extinciones masivas". Investigadores catalanes y alemanes han colaborado en el estudio del fósil que quedará en depósito en el Museo Balear de Ciencias Naturales, en Sóller.
Hace unos 66 millones de años un dinosaurio se apoyó en el suelo y dejó marcadas las escamas de su piel en los lodos de la ribera de un río, ahora convertidos en roca sedimentaria en el yacimiento de Vallcebre en Barcelona. El hallazgo de esta impresión fósil, que data del Cretácico Superior, es único en Europa.
La controversia sigue rodeando al pequeño hombre de Flores que se encontró en Indonesia en 2003, apodado como ‘hobbit’. Si en 2014 un grupo de investigación aseguraba que no era una nueva especie, sino un Homo sapiens con síndrome de Down, ahora dos estudios, junto con el hallazgo de nuevos fósiles de más de 700.000 años, desmienten esa hipótesis escéptica.
Lepeichnus giberti es el nombre de la nueva traza fósil del Mioceno superior, muy compleja y excepcionalmente conservada, que se ha descubierto en el municipio de Lepe (Huelva). El carácter excepcional de L. giberti se debe a que, por primera vez, se ha encontrado el registro fósil de cada una de las etapas de desarrollo de una traza fósil, desde su origen hasta su estadio final.