El síndrome del ovario poliquístico es una de las causas más comunes que impiden el embarazo. El Instituto Valenciano de Infertilidad investiga las posibilidades de combatirlo mediante una terapia con resveratrol, un polifenol de frutas y vegetales. Ya han demostrado sus propiedades en este trastorno in vitro con células de rata. Ahora se disponen a comprobar si funciona con mujeres.
Investigadores de la Universidad de Almería han identificado los factores claves que intervienen en la mejora y el control del compostaje de los residuos vegetales agrícolas.
Un equipo del IRB ha identificado en la mosca Drosophila una proteína esencial para la viabilidad de los embriones durante las primeras divisiones celulares. Esta proteína, denominada dBigH1, que es una variante de la histona 1, podría estar relacionada también con problemas de fertilidad.
VIDA es la aplicación, basada en redes neuronales y creada por la Universidad de Alicante, que mide la densidad de espermatozoides con una precisión de 92%. Su funcionamiento como asistente virtual posibilita predecir los resultados de la concentración de esperma a partir de las respuestas de un cuestionario.
Investigadores de la Universitat Politècnica de València y el Hospital Universitari i Politècnic La Fe han desarrollado una nueva herramienta computacional especialmente útil para las transferencias de embriones de calidad intermedia en el segundo día después de su fertilización.
Las técnicas de fertilidad tienen un fuerte impacto emocional para las mujeres que quieren tener hijos. Un estudio europeo sobre los países con mayor número de ciclos de reproducción asistida identifica qué aspectos de estos tratamientos contribuyen al estrés psicológico.
Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Complutense y Politécnica de Madrid, publicado en la revista Theriogenology, muestra que “extensificar” los ritmos de reproducción de conejas primíparas, inseminándolas el día 32 post-parto, mejora considerablemente la condición corporal y el estatus metabólico de las mismas.
El continente europeo se encuentra a la cola en fecundidad. Así lo confirma un grupo de expertos en reproducción en el que participa una investigadora del Instituto Universitario Dexeus de Barcelona y que ha evaluado por países la tasa global de fecundidad (TGF) y el efecto de factores sociales como el retraso de la maternidad. España tiene una de las TGF más bajas, con 1,54 hijos por pareja.
El retraso de la maternidad ha influido en el descenso de la fecundidad en Europa.