La judía común o fríjol es una fuente poco costosa de proteínas y minerales para 400 millones de personas, sobre todo en África y América Latina. Pero la sequía afecta al 60% de las áreas cultivadas en el mundo y puede causar grandes pérdidas. Para un equipo de científicos españoles y colombianos la mejora genética con una combinación de características permitirá conferir a las judías y fríjoles resistencia a la sequía. La investigación puede mejorar el rendimiento del cultivo en Centroamérica, Sudamérica, África y México