Alrededor de medio millón de personas llegarán a la Unión Europea a lo largo de este año, procedentes de países en conflicto. Ante la actual presión migratoria, los estados europeos están adoptando políticas reactivas y no han sabido adoptar posiciones comunes suficientemente coherentes y con visión de futuro. Entre las diferentes medidas que urge tomar está afrontar las raíces del problema, consiguiendo acuerdos entre los estados que apoyan a las partes enfrentadas en los conflictos.