Casi dos millones de los fallecimientos prematuros debidos a la contaminación del aire a escala global podrían atribuirse al consumo de bienes de consumo en los países del G20, según un estudio con datos de 2010 y el efecto de las partículas contaminantes PM 2,5. Los resultados ayudan a comprender la responsabilidad de los consumidores de unas naciones en otras.