Investigadores argentinos y de la Universidad Jaume I de Castellón han desarrollado sensores electrónicos que detectan cuando se superan las concentraciones de monóxido de carbono, gas natural o gas envasado por encima del nivel de riesgo, momento en el que se corta el suministro. El estudio ha servido de referencia para un proyecto de ley en Argentina sobre instalación de sensores de gases tóxicos y explosivos en los espacios públicos.
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Frente a quienes defienden que el fracking desplazará al carbón, un estudio de investigadores estadounidenses indica que un modelo energético basado en el gas no reducirá las emisiones de gases nocivos para la atmósfera. Si se sustituyera el carbón por gas natural, la emisión de CO2 oscilaría entre una disminución del 2% y un aumento del 11% en 2050. Además, aseguran que apostar por el gas desincentiva la inversión en energías renovables.
Científicos de EE UU se han dado cuenta de que metales comunes y baratos, como el talio y el plomo, ayudan a descomponer los fuertes enlaces del gas natural para transformarlo en compuestos químicos industriales. Además las reacciones se producen a temperaturas mucho más bajas que hasta ahora, lo que puede hacer competitiva esta tecnología frente a las ventajas del petróleo.
Investigadores de las universidades de Cádiz, Pensilvania (EEUU) y Trieste (Italia) han rodeado un núcleo de paladio con partículas de oxido de cerio para formar un material que cataliza la combustión de metano –el componente principal del gas natural– de una forma mucho más limpia y eficiente que hasta ahora. El avance se publica esta semana en la revista Science.