Un equipo con participación de científicos del CSIC ha detectado que los linfocitos T, un tipo de glóbulos blancos que reconoce moléculas de un patógeno (antígenos) y activa el sistema inmune, son capaces de “devorar” estas moléculas y de exponerlas a otros linfocitos T. El trabajo, publicado en la revista Immunity, puede servir de base a la futura utilización de estos linfocitos como una vacuna viva.