Un equipo español ha llevado a cabo un estudio que demuestra que los médicos residentes tienen mayores niveles de cortisol, conocida como la hormona del estrés, y de ansiedad en los días de guardia, especialmente durante los primeros años de prácticas. Estos niveles pueden llegar a traducirse en errores con los pacientes y en problemas psicofisiológicos para los profesionales, señalan los autores.