Una hembra de hámster (derecha) muestra un comportamiento agresivo. / Frank Scherbarth
La competitividad entre los machos por aparearse con la hembra y la elección que hacen ellas del macho mejora la salud genética de la especie y compensa el hecho de que ellos no produzcan crías de manera directa. Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado un estudio internacional en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Un equipo de investigadores del Instituto de Biología Evolutiva (UPF-CSIC) demuestra que, para la reproducción, algunas especies de escarabajos prescinden de los machos, por lo que desaparecen de estas poblaciones que quedan a cargo de las hembras. Los científicos también confirman que el fenómeno, denominado telitoquia, se entiende como una vía evolutiva para los linajes híbridos interespecíficos.
Con el único objetivo de ligar y reproducirse, las aves se exhiben, cortejan y compiten con estrategias de lo más inverosímiles; y hay científicos, como Juan Moreno Klemming, que son expertos en el tema. Pero el atractivo sexual no siempre las beneficia: cuanto mayor es su belleza, más probabilidades tienen de acabar con sus plumas en un sombrero, lo que favorece su extinción. Lo ha explicado en el Congreso Español de Ornitología, organizado estos días en Madrid por SEO/BirdLife.
Durante el periodo de incubación, los machos de papamoscas cerrojilloaumentan el aporte de alimento a las hembras cuando lo requieren. Es la primera vez que se demuestra experimentalmente que la conducta de alimentación responde a la conducta de petición. Este canal de comunicación entre machos y hembras podría ser una adaptación para garantizar el éxito en la incubación.
Los sistemas reproductivos de las hembras de cerdo reconocen si un espermatozoide engendrará un macho o una hembra antes de la fecundación. Además, sus trompas de Falopio tienen la capacidad de cambiar su respuesta en consecuencia, según un estudio en el que participan investigadores de la Universidad de Murcia.
Hace 110 millones de años, en plena era de dinosaurios, un grupo de insectos que transportaba polen quedó atrapado en gotas de resina. Eran cuatro hembras de tisanópteros —o trips—, con el cuerpo recubierto de granos de polen, que se han conservado hasta ahora en una pieza de ámbar de Álava. Se trata de la evidencia de polinización más antigua conocida hasta hoy, y la única del Mesozoico (hace entre 250 y 65 millones de años).
Las hembras del escarabajo castaño de la harina (Tribolium castaneum) sometidas a una baja diversidad genética tienen más parejas sexuales, lo que aumenta su éxito reproductivo. Los expertos todavía no han averiguado el mecanismo causante de este cambio.
Un equipo internacional de científicos, con participación española, arroja luz sobre el canibalismo e infanticidio perpetrado por los primates al documentar por primera vez estos actos en el tamarino bigotudo (Saguinus mystax). Las madres, que son incapaces de criar a sus pequeños sin la ayuda paterna, cometen infanticidio para evitar la muerte posterior de su cría en un contexto de estrés y de competencia con otras hembras.