Investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona han logrado obtener energía eléctrica e hidrógeno de manera eficiente a partir del proceso de depuración de aguas residuales. El sistema utiliza bacterias que consumen la materia orgánica y producen una corriente eléctrica para generar hidrógeno, el vector energético del futuro. Los resultados apuntan hacia un desarrollo a escala industrial de esta tecnología.
Guillermo Calleja es doctor en Ciencias Químicas por la Universidad Complutense de Madrid. Investigador post-doctoral en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, EE UU), actualmente es Catedrático de Ingeniería Química en el Departamento de Tecnología Química y Ambiental de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) de Madrid.
Investigadores del Centro de Investigaciones Científicas Isla de la Cartuja (CSIC), dirigidos por Luis Allan Pérez Maqueda, han sintetizado y caracterizado nuevos materiales -procedentes de hidruro de magnesio- capaces de almacenar grandes cantidades de hidrógeno. Estos materiales, que se preparan al hacer reaccionar un metal o aleación con hidrógeno gaseoso, podrían servir para la fabricación de sistemas de almacenamiento de hidrógeno.
El grupo de investigación Tratamiento Biológico de Residuos (integrado en el grupo del Plan Andaluz de Investigación TEP-181) de la Universidad de Cádiz está llevando a cabo un estudio para la obtención de un biogás rico en hidrógeno que pueda valorizarse energéticamente mediante su utilización en pilas de combustible a partir de residuso sólidos urbanos.