Los erizos son invertebrados marinos que actúan como agentes modeladores de la riqueza biológica de los fondos oceánicos. Pero una proliferación excesiva de estos animales bentónicos también puede tener un grave impacto ecológico sobre los fondos marinos, que se convierten en blanquizales oceánicos porque se reduce la cobertura de algas, y en consecuencia se limita la supervivencia de otras especies marinas.