Un equipo interdisciplinar de investigadores de Valladolid y Salamanca ha diseñado un novedoso modelo matemático para cuantificar el daño que se le puede hacer a un paciente al someterle a la provocación de una posible reacción alérgica. Este procedimiento se lleva a cabo cuando los médicos quieren comprobar sin lugar a dudas si una persona tiene alergia o no a un fármaco.