Al igual que una gota cayendo sobre una lámina de agua provoca una salpicadura, la excitación de un impulso láser sobre un semiconductor atrapado entre espejos permite crear, en un instante, concentraciones muy elevadas de unas cuasipartículas llamadas polaritones. El experimento lo ha realizado un equipo de científicos europeos, entre los que figuran algunos de la Universidad Autónoma de Madrid.