Las flatulencias suelen producir malestar y dolor. Ahora, investigadores de Australia han encontrado la manera de aprovechar estos gases para diagnosticar dolencias gastrointestinales. Proponen dos métodos: obtener la información de los gases a partir del cultivo de heces; o extraerla de sensores insertados en cápsulas ingeribles con transmisión inalámbrica de datos.
Desde el nacimiento, millones de bacterias empiezan a colonizar nuestro intestino. Desempeñan un papel fundamental para mantener la salud física pero, además, podrían tener mucho que decir en la personalidad. Modifican el estado emocional, influyen sobre la memoria, el estado de ansiedad e incluso serían clave a la hora de elegir compañía sexual, como apuntan estudios con animales. Sin ellas no seríamos quien somos.
Un equipo de la Universidad de Granada y del Servicio Andaluz de Salud ha patentado un dispositivo para facilitar las operaciones de anastomosis, una conexión quirúrgica entre dos estructuras tubulares, como los vasos sanguíneos o las asas del intestino. El dispositivo, que ahorrará complejas técnicas quirúrgicas con elevados costes y alta morbilidad, consiste en un tubo tridimensional de material biocompatible y reabsorbible que funciona de de la misma forma que el conducto nativo.
En genitales, la naturaleza goza de variedad. Los machos de las serpientes y los lagartos tienen dos hemipenes, mientras que las aves y los humanos poseen solo un órgano. Además, en los primeros están colocados al nivel de las extremidades y en los segundos más abajo; sin embargo, sus funciones son las mismas. ¿Cómo se explica su génesis? Investigadores de la Universidad de Harvard han acabado con este enigma y ahora quieren descifrar el de los clítoris.
Años antes del diagnóstico, los enfermos de párkinson suelen quejarse de problemas digestivos y de olfato. Existen teorías que apuntan a que su inicio puede estar en el intestino, pero ¿cómo puede una enfermedad cerebral comenzar tan lejos del cerebro? Estudios liderados por científicos españoles han dado fuerza a esta hipótesis y alientan la posibilidad de que una proteína sea capaz de extender la enfermedad como un prion.
Existen teorías que apuntan a que el inicio del párkinson puede estar en el intestino. / José Antonio Peñas, Sinc.
Gracias a un nuevo enfoque en el análisis bioinformático, un grupo internacional de investigadores ha identificado en la microbiota humana más de 500 especies totalmente desconocidas hasta el momento. Además, se ha ampliado el catálogo de genes microbianos conocidos de 3 a 10 millones. Estos resultados forman parte del proyecto europeo MetaHIT, con una dotación de 11,4 millones de euros.
Bifidobacterium bifidum, bacteria conocida por sus beneficios para la salud, emplea proteínas especializadas en forma de apéndice para colonizar el intestino humano. El hallazgo podría ayudar a mejorar la producción de probióticos.
Un estudio demuestra que alteraciones orgánicas y estructurales del duodeno en casos de dispepsia funcional, comúnmente conocida como digestión pesada, se asemejan a las halladas, el año pasado, en el yeyuno de pacientes con síndrome del intestino irritable.