Los países del Norte y del Este de Europa poseen una tasa de mortalidad por infarto o enfermedades del corazón de 7 a 14 veces superior que el resto de los países. España, junto con Portugal, Francia e Italia, posee la menor mortalidad por cardiopatías isquémicas. Sin embargo, la mortalidad por enfermedades cerebrovasculares ha aumentado en los países del Sur.