Un estudio ha comparado el nivel de representación de la mujer en los consejos de administración en una muestra de 7.302 firmas cotizadas de 32 países. Según sus resultados, las empresas que operan en países donde se acepta la desigualdad en la distribución de poder, tienen menor proporción de mujeres en altos cargos. Además, cuando los valores como asertividad, desempeño, éxito y competitividad, asociados con el rol masculino prevalecen en el país, la proporción directivas también se reduce.
En pleno siglo XXI, la sociedad sigue rechazando el liderazgo de las mujeres. Un estudio en miles de estadounidenses revela que entre mujeres con puestos de responsabilidad es más frecuente el estrés crónico; en cambio, no se dan los síntomas en hombres. Cuando ellas muestran la asertividad y confianza de los líderes fuertes, son juzgadas negativamente.