Un científico de la Universidad de Córdoba, en colaboración con investigadores internacionales, crea un nuevo material monocristalino y poroso que podría tener múltiples aplicaciones en el campo de la nanotecnología y para que las catálisis –un proceso por el cual se aumenta la velocidad de una reacción química– sean más rápidas, efectivas y sensibles a las diferentes formas y tamaños moleculares. Además, también podría tener importantes aplicaciones en la adsorción de gases como el CO2 y en la conductividad electrónica.