El centro tecnológico experto en investigación alimentaria AZTI-Tecnalia ha puesto en marcha una planta de biogás con la que investiga nuevos sistemas de producción de energía sostenible basados en la utilización de residuos y subproductos provenientes de la industria alimentaria. Esta nueva planta explota el enorme potencial que representa la obtención de biogás a partir de la materia orgánica contenida en los residuos agroalimentarios, y ayudará a la industria alimentaria a reducir el impacto ambiental que provocan los residuos orgánicos en el medio ambiente.
El metano, un gas de efecto invernadero 20 veces más potente que el dióxido de carbono, es un hidrocarburo que se produce durante la descomposición de la materia orgánica, y un componente fundamental del gas natural. Por ahora “sólo sabemos quemarlo – afirma el catedrático de Química Inorgánica de la Universidad de Sevilla Ernesto Carmona- pero si se pudiera convertir en metanol, que es un producto básico para la industria química, supondría un beneficio extraordinario”.