Los suelos contribuyen en distinta medida a las emisiones de CO2 a la atmósfera. Un equipo de científicos, que ha analizado 35 tipos de suelos en España, ha medido las concentraciones de metoxifenoles, unas moléculas cuya composición se hace más compleja cuando aumenta el porcentaje de carbono del suelo. Los resultados permiten identificar, a partir de sus diferentes proporciones, los suelos con mayor capacidad para almacenar carbono.