El aumento de espacios verdes en las ciudades y la mejora de los elementos en los parques ayudan a moderar el efecto 'isla de calor' urbana y, por tanto, a elevar el confort térmico de los usuarios. Así lo revelan las simulaciones realizadas por una arquitecta de la Universidad Politécnica de Madrid planteando varios escenarios en un parque de Pekín.
Un equipo de científicos españoles y polacos ha analizado la relación entre la sensación térmica y la latitud del lugar donde se habita en dos centros educativos de dos ciudades en condiciones climáticas similares. Los resultados demostraron que el porcentaje de satisfacción de confort fue diferente para los alumnos en función de la localización, pese a que las condiciones a las que se expusieron fueron semejantes en un lugar y otro.