La fruta fresca es un ser vivo que, tras ser arrancado del árbol, continúa su acción fisiológica y de maduración. Durante este proceso, la fruta sufre la actividad de mohos que provocan finalmente la podredumbre. La lucha contra los mohos supone un importante reto para el sector frutícola por las pérdidas que ocasiona en la producción de frutas. Investigadores de la universidad de Extremadura comprueban la eficacia de dos cepas de levaduras antagonistas que inhiben o disminuyen el crecimiento de mohos en la fruta. El biocontrol se perfila como una alternativa a plaguicidas sintéticos.