Un equipo multidisciplinar ha logrado medir por primera vez la dureza de un virus individual y constatar la existencia de presión en su interior. El trabajo, realizado por físicos y biólogos de la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad de Barcelona y el Centro Nacional de Biotecnología, representa un importante paso para entender los mecanismos de infección de los virus bacteriófagos.
La instalación del microscopio electrónico Titán, considerado el más avanzado del mundo y que hoy ha llegado a la Universidad de Zaragoza, sitúa a Aragón en la vanguardia de la investigación en Nanociencia en el mundo. Es el primer equipo de estas características instalado en España, y en todo el arco mediterráneo, lo que supone un salto cualitativo en su capacidad investigadora y le proporcionará un nivel de excelencia en el ámbito internacional.
La Universidad de Zaragoza y el Instituto de Nanociencia de Aragón apuestan con fuerza por el hidrógeno y las pilas de combustible como la opción del siglo XXI para la producción limpia y eficiente de energía y calor, pero no a partir de combustibles fósiles, como el petróleo, gas natural, sino de energías renovables, como la fotovoltaica, solar y eólica.
La Universidad de Zaragoza ha investido hoy doctor honoris causa al francés Albert Fert, Premio Nobel de Física de 2007. Con este nombramiento se reconocen sus valiosas aportaciones en física de la materia condensada, como el descubrimiento de la magnetorresistencia gigante (GMR -Giant Magnetoresistance Effect) en multicapas magnéticas.
Investigadores del Departamento de Física de la Materia Condensada de la Universidad Autónoma de Madrid, junto con investigadores del prestigioso Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) norteamericano trabajan en el desarrollo de nuevos sensores basados en magnetoresistencia túnel.
El volumen de productos desarrollados mediante nanotecnología va en aumento y se estima que sus ventas pasarán del 0,1% del total de los productos manufacturados al 15% para mediados de la próxima década. Hoy ya se pueden adquirir artículos “nano” como sanitarios, componentes electrónicos, pinturas, telas o lociones solares, entre otros. Éste es uno de los resultados de la simbiosis entre la nanociencia y la nanotecnología (N+N), dos áreas de investigación cada vez más presentes en todo lo que nos rodea, tal como lo expresan los más de 300 expertos que estos días se reúnen en el mayor congreso europeo de esta materia en el Instituto de Nanociencia de Aragón.
En apenas cuatro o cinco años, el 80% de los nuevos medicamentos y de los sistemas de diagnóstico que se apliquen serán una realidad gracias a la nanotecnología. Esta previsión es una de las que barajan los máximos expertos en nanociencia, que estos días se reúnen en Nanospain, el mayor congreso en esta materia del sur de Europa y que se celebra en el palacio de Congresos de la Expo de Zaragoza hasta el 12 de marzo.
Conseguir discos duros con una capacidad de almacenamiento 100.000 veces superior a la actual, o desarrollar fachadas que generen energía son dos de las direcciones en las que camina la investigación a escala nanométrica que se desarrolla en Asturias. Las palabras “Nanotecnología” y “nanociencia” intentan atravesar los muros de los laboratorios y, cada vez con más frecuencia, llegan a los medios de comunicación. Pero, ¿en qué consiste y qué aplicaciones tiene una disciplina tan poco conocida como fascinante?