Los científicos del experimento T2K han lanzado un haz de antineutrinos entre dos laboratorios japones separados casi 300 km. De esta forma han podido medir por primera vez la desaparición de algunas de estas antipartículas de neutrinos, un avance que puede ayudar a resolver el enigma de la ausencia de antimateria en el universo. Dos institutos españoles, el IFAE de Barcelona y el IFIC de Valencia, participan en el hallazgo.
Los avances del que será el mayor telescopio de neutrinos del mundo, KM3NeT, se debaten esta semana en la reunión que un centenar de expertos de todo el mundo organizan en Valencia. Los detectores del instrumento se situarán en tres zonas profundas del Mediterráneo y se basan en la experiencia de un experimento anterior, ANTARES. Ambos estudian el universo mediante neutrinos, partículas elementales que transmiten valiosa información de los confines del cosmos donde se producen.
El nuevo arranque del gran colisionador de hadrones del CERN durante el año que viene, los experimentos sobre neutrinos, el observatorio de rayos gamma CTA y la presencia de investigadores españoles en el laboratorio de física nuclear FAIR serán algunos de los temas que trataron los cerca de 200 investigadores que asisten en Sevilla a la reunión anual del Centro Nacional de Física de Partículas, Astropartículas y Nuclear. La divulgación científica y la transferencia tecnologica también estarán presentes en las jornadas.
Investigadores de la Universidad de Barcelona y el University College de Londres ha demostrado que la integración de neutrinos muy masivos en el nuevo modelo cosmológico estándar no permite explicar todas las observaciones conocidas. De momento siguen las contradicciones con los últimos planteamientos de este modelo propuesto por los físicos.
Una submarina sondea el pecio Bou Ferrer, donde se observan alineados algunos lingotes. / De Juan-D. G. de Cultura de la Generalitat Valenciana
Lingote romano de plomo recuperado del pecio Bou Ferrer. / De Juan-D. G. de Cultura de la Generalitat Valenciana
Los lingotes de plomo recuperados de antiguos naufragios presentan unas características ideales para los experimentos de física de partículas. Científicos del detector de materia oscura CDMS en Minnesota (EE UU) y del observatorio de neutrinos CUORE en el Laboratorio Gran Sasso (Italia) los han comenzado a utilizar, pero los arqueólogos advierten sobre la destrucción y el comercio del patrimonio histórico que hay detrás. La revista Science se ha hecho eco de este dilema formulado por dos investigadores españoles.
Buzos junto a un lingote romano de plomo extraído del pecio Bou Ferrer. / Jose A. Moya - UA
El equipo de IceCube, un detector de partículas enterrado en el hielo de la Antártida, anuncia esta semana en Science el registro de 28 partículas de muy alta energía. La observación constituye la primera evidencia de neutrinos procedentes de lejanos aceleradores cósmicos, más allá de los confines de nuestro sistema solar. La era de la astronomía de neutrinos acaba de comenzar.
La bioluminiscencia marina es la capacidad de numerosos organismos marinos de emitir luz a partir de reacciones químicas. Observaciones del telescopio submarino Antares han permitido que un equipo de científicos relacione este fenómeno lumínico en las profundidades oceánicas con el hundimiento de aguas densas.