Las célebres Ánimas del escultor, pintor y arquitecto barroco Gian Lorenzo Bernini (1598-1680), dos cabezas marmóreas que suponen unas de sus obras más importantes de juventud, no representan las personificaciones del alma cristiana gozando de los placeres del paraíso o atormentada por la condena al infierno, como se creía hasta ahora, sino que en realidad son una ninfa y un sátiro.
Un trabajo del Instituto de Biología Evolutiva (CSIC-UPF), publicado esta semana en la revista PNAS, revela que la correcta metamorfosis de los insectos depende de un microARN, una cadena muy corta de ARN (ácido ribonucleico) llamada miR-2, de apenas 20 nucleótidos. Así lo han comprobado en la cucaracha Blattella germanica.