La extinción de Oreopithecus bambolii, el último primate europeo del Mioceno, se produjo a causa de la irrupción de nuevas especies continentales que compitieron y depredaron sobre él. Esta es la principal conclusión de un estudio liderado por el Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont, que también ha detectado una inestabilidad en el clima, pero los investigadores descartan que fuese suficiente para provocar su desaparición.