Un equipo internacional de investigadores, liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, ha descubierto en el yacimiento arqueológico de Tell Qarassa (Siria) un hueso tallado en el que aparecen dos caras humanas.
Científicos del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria han seguido los pasos de los humanos que habitaron la región durante el Paleolítico. A través de programas informáticos de análisis geográfico saben que estos nómadas abandonaron progresivamente las cuevas y abrigos rocosos de altitud para vivir en lugares más llanos.
Un estilo de vida paleolítico, con ejercicio suave diario, esfuerzos periódicos intensos, poco carbohidrato e hipoxia, ayudaría a los deportistas modernos a mejorar sus adaptaciones al entrenamiento y aumentar el rendimiento. Es la conclusión de un trabajo de revisión en la revista Sports Medicine.
Las diferencias entre Homo sapiens y Homo neanderthalensis, sobre todo para intentar esclarecer los motivos que garantizaron el éxito de una especie por encima de la otra, sigue siendo una investigación tan atractiva como interrogantes plantea. En este contexto, el yacimiento de Cova Eirós (Triascatela, Lugo) ha aportado nuevos datos que pueden ayudar a resolver algunas cuestiones, tal como se ha evidenciado durante la campaña de excavación arqueológica desarrollada del 11 al 31 de agosto.
Acaba de finalizar la primera campaña de excavaciones en este yacimiento vizcaíno, que dirige el investigador del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana Joseba Rios Garaizar, cuyos resultados arrojarán luz sobre la evolución del hábitat al aire libre durante el Paleolítico en el Cantábrico.
Personal investigador del IPHES ha encontrado en Becerreá (Lugo) un diente infantil, de hace unos 17.000 años, que constituye el fósil humano más antiguo descubierto hasta el momento en Galicia. Se trata de un molar de leche con un grado de desgaste muy avanzado y perteneciente a un individuo de unos 10 años de edad. Es, además, el primer resto humano del Paleolítico encontrado en la comunidad gallega.
Una investigación de la Universitat Rovira i Virgili y el Instituto Catalán de Paleoecologia Humana y Evolución Social (IPHES) revela que los humanos del Paleolítico Superior reciclaban sus artefactos de piedra para nuevos usos. El estudio se basa en artefactos quemados hallados en el yacimiento de Molí del Salt en Tarragona.
El análisis genómico de dos individuos cazadores-recolectores que vivieron hace 7.000 años revela que los habitantes de la península ibérica no proceden genéticamente de estos grupos. El trabajo, coordinado por el español Carlos Lalueza-Fox, obtiene los primeros datos genómicos de personas que vivieron en el Mesolítico europeo.
Motivo pictórico de la cueva de El Buxu. Imagen: Antonio Hernanz.
Técnicas químicas al servicio del arte. Investigadores de la UNED han analizado pinturas del Paleolítico en las cuevas de Tito Bustillo y El Buxu (Asturias) para averiguar su composición. El estudio revela que su principal componente es el mineral hematites y que el grano de los pigmentos es tan fino como el que se usa en nuestros días.