Desde 2016, el panda gigante no se considera en peligro de extinción, sino vulnerable, gracias al ligero aumento de sus poblaciones adultas. Sin embargo, un estudio revela que su hábitat está en peores condiciones que cuando la especie fue clasificada “en peligro” en 1988. Ya no quedan más que 30 grupos de pandas aislados en seis cordilleras de China.