Científicos japoneses han descubierto, por primera vez, una especie “extremadamente rara” de cimotoido, un crustáceo que parasita el paladar de los peces, en la boca de un tiburón de aguas profundas del Pacífico y conservado en una colección de museo. Hasta ahora, esta especie de ectoparásito casi desconocida, protagonista del #Cienciaalobestia, solo se había encontrado en el Atlántico, por lo que el hallazgo amplía su rango de distribución a lados opuestos de la Tierra.
Un equipo internacional de científicos, en el que participa la Universidad de Granada, advierte de la necesidad de preservar los parásitos, organismos esenciales para mantener la estabilidad de los ecosistemas. Los investigadores proponen un plan de conservación para los próximos diez años.
Un equipo internacional de científicos ha constatado que el 58 % de las sardinas y el 60 % de las anchoas de la mitad oeste del mar Mediterráneo ingieren fibras de plástico milimétricas. Estas especies de peces son las más comercializadas y consumidas de esta zona.
Investigadores cordobeses han identificado 128 especies de nematodos, organismos parásitos del olivar. Este muestreo completo en Andalucía constituye el primer paso para combatirlos, ya que sus efectos sobre los árboles reducen el crecimiento del cultivo, en especial al inicio del desarrollo de las plantas jóvenes.
El cambio climático y la actividad agraria están aumentando la salinidad en los sistemas acuáticos del Mediterráneo. Un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas indica que los insectos acuáticos de Doñana, que tienen un papel regulador del ecosistema, muestran menos tolerancia a la salinidad y experimentan tasas más bajas de supervivencia y fecundidad.
Un estudio liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha identificado a las especies de insectos Culicoides circumscriptus y C. paolae como claves para la transmisión de la malaria aviar, así como los hemoparásitos responsables. Estos resultados son esenciales para entender la epidemiologia de la malaria en las aves y las dinámicas de los parásitos de esta dolencia.
Los efectos que los parásitos tienen sobre sus hospedadores van desde la condición física al éxito reproductivo. Investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales han estudiado el efecto de la temperatura sobre los parásitos en los nidos del herrerillo común que causan enfermedades sanguíneas a los polluelos. El equipo elevó cerca de 3ºC la temperatura de los nidos y bajó unos 6 puntos la humedad y observaron que los parásitos disminuían su presencia sensiblemente.
Investigadores del Centro de Biología Molecular han demostrado que la ingesta de un suplemento de L-arginina controla eficazmente en ratones la replicación del parásito que produce la enfermedad de Chagas, reduciendo drásticamente la mortalidad. El chagas es una enfermedad que se transmite por medio de insectos; es común en Centro y Sudamérica, aunque actualmente se encuentra en zonas no endémicas como España.
Investigadores de Salamanca han descrito microvesículas extracelulares, llamadas exosomas, en los quistes hidatídicos. El hallazgo, que se publica en la revista Veterinary Parasitology, puede suponer una nueva forma de abordar la hidatidosis, una enfermedad parasitaria crónica y compleja que puede afectar tanto a animales como a personas.
Hasta ahora se creía que las aves eliminaban los excrementos de los nidos para evitar la presencia de parásitos. Una reciente investigación contradice esta hipótesis y concluye que las heces activan las defensas de las crías de mirlos y solo atraen a los insectos.