Un estudio de la Universidad Pública de Navarra ha demostrado que excluir de las encuestas preelectorales telefónicas a la población que solo dispone de teléfono móvil y no tiene fijo (entre un 20% y un 30% del total) produce sesgos significativos en la estimación de la intención de voto. Según el trabajo, al hacer esto se sobrestima el voto de los partidos situados a la derecha, mientras que se subestima el de la izquierda.