Una colaboración internacional entre científicos, entre los que se encuentra el Centro Oceanográfico de Baleares del Instituto Español de Oceanografía, ha permitido la descripción de una nueva especie íctica perteneciente a la familia de los gobios, que ha sido bautizada como Speleogobius llorisi, en honor al ictiólogo Domingo Lloris.
El primer vertebrado secuenciado genéticamente en España, el rodaballo (Scopththalmus maximus), tiene un sistema visual mucho más refinado que el de otros peces, ya que ha evolucionado para adaptarse a la escasez de luz de los fondos marinos. Científicos de varias instituciones españolas han liderado la identificación de los genes de esta especie, que da pistas sobre su resistencia a enfermedades.
El análisis de 897 ejemplares de diversas especies de animales confirma con datos contrastados la creencia popular de que el pez grande se come al chico. El estudio de la Universidad de Oviedo, publicado en la revista Ecology, concluye que en el gran valle submarino asturiano los depredadores pesan entre 1.000 y 4.000 veces más que sus presas.
Estos peces marinos Torquigener albomaculosus hacen sus nidos en los fondos de la isla de Oshima, océano Pacífico, creando círculos de unos dos metros de diámetro con diseños geométricos. / Yoki Ojkata
Camerichthys lunae es el nombre de la nueva especie de pez prehistórico./ UC.
El análisis de la cintura pélvica y la aleta trasera de la especie de pez fósil Tiktaalik roseae, de unos 375 millones de años de edad, ofrece nuevos detalles sobre el vínculo evolutivo entre los peces y los vertebrados terrestres, según estudio que publica la revista PNAS. Sus resultados revelan que la evolución de las patas traseras en realidad comenzó como un aumento de las aletas traseras.
Investigadores de la Universidad de Valencia han analizado los restos fósiles de escamas y espinas encontrados en Teruel y sur de Zaragoza, hasta asegurar que pertenecen a una nueva especie de pez denominado Machaeracanthus goujeti que vivió durante el Devónico en esa zona de la península.
Un equipo internacional de investigadores ha secuenciado el genoma de un pez relicto, el celacanto, según publican en Nature. Los resultados proporcionan gran cantidad de información sobre los cambios genéticos que acompañaron a los animales acuáticos que se adaptaron al medio terrestre y, por tanto, a una mejor comprensión de la evolución de los tetrápodos.
Un equipo de investigadores del CSIC ha demostrado que la aleta del pez cebra puede transformarse en una estructura parecida a las patas de los tetrápodos si se incrementa la actividad del gen HoxD13. El incremento de la actividad de los genes Hox fue clave en el paso de los animales acuáticos a los terrestres.
Phreatichthys andruzzii del oasis de Bud Bud, en el centro del desierto de Somalia (África). Imagen: Saulo Bambi / Plos Biology (c)