La colonización de encinas, y otros árboles de hoja ancha en la península ibérica es mucho más rápida de lo esperado. Según un nuevo estudio, las causas principales son el abandono de la gestión forestal y el cambio climático. Los bosques del norte y de las montañas medias de la Península son los más perjudicados por esta sustitución, ya que podrían no resistir las sequías previstas para un futuro.
La distribución de especies prevista ante el cambio climático empeora al tener en cuenta su variabilidad poblacional. Un nuevo modelo de cálculo, que han publicado investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales, contempla las barreras geográficas y humanas a las que se enfrentarán la dispersión de las especies.
Pinos silvestres en la vertiente madrileña de la Sierra de Guadarrama. / CSIC