Esta serpiente puede tragar ciervos y caimanes enteros, y tiene una capacidad de apertura de mandíbula mayor de lo que se pensaba. Los ejemplares, que pueden crecer hasta seis metros de largo y pesar más de 90 kg, suponen un impacto negativo en los ecosistemas.
Hasta ahora, se pensaba que las pitones sudafricanas son animales fríos que no se preocupan por su progenie una vez que ponen los huevos. Pero resulta que en esta especie, protagonista de #Cienciaalobestia, el cuidado maternal se prolonga dos semanas después de la eclosión de los huevos, lo que supone incluso un gran coste físico para las madres. Es la primera vez que se observa este comportamiento en una serpiente ovípara.