Los sismólogos llevan décadas pronosticando que un gran terremoto, el Big One, se producirá en la Falla de San Andrés y devastará la superpoblada región de California, desde que en 1906 un gran terremoto azotara San Francisco. Esta misma predicción se hacía para Japón desde el terremoto del Gran Kanto en 1923 que devastó la región de Tokio y causó 150.000 víctimas. De los recientes acontecimientos podemos afirmar que el país de Sol Naciente, acaba de sufrir su Big One.