Investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos y la compañía FCC AQUALIA han desarrollado un sistema de tratamiento de aguas residuales basado en la economía circular, que trata de transformar los excedentes en nueva materia prima. En este caso se emplean bacterias fototróficas púrpura, capaces de aprovechar los nutrientes de este tipo de aguas usando luz infrarroja como fuente de energía.