El complejo de Atapuerca (Burgos) se puede ver como una instalación unida a una fuente de datos única –su registro arqueológico–, con un gran impacto científico internacional y también socioeconómico regional y a escala estatal indiscutible. Esto la ha convertido en una gran infraestructura de investigación científica (LSRI), deviniendo a la vez un caso muy especial dentro de esta catalogación.