Tras la firma de la Declaración de Parma empiezan los verdaderos desafíos para los 53 países que la han ratificado. Los estudios científicos publicados en The European Journal of Public Health en 2010 señalan que localizar las desigualdades sociales sería un punto de partida para reducir los impactos medioambientales como la contaminación del aire, que reduce la esperanza de vida. Pero los datos científicos son aún insuficientes.
Entre las prioridades de los países europeos en la V Conferencia Ministerial sobre Medio Ambiente y Salud que se celebra estos días en Parma (Italia) destaca una: la protección de niños y niñas en el continente europeo, desde Portugal hasta Rusia. La Declaración de Parma fortalecerá el Plan de Acción para el Medio Ambiente y la Salud de los niños de Europa (CEHAPE, en sus siglas en inglés), porque según demuestra la Organización Mundial de la Salud (OMS), los niños son los más vulnerables a los factores medioambientales.
Un nuevo estudio refleja las características laborales y sociodemográficas que se relacionan con la exposición a riesgos laborales en las mujeres embarazadas. El 56% de las mujeres afirma trabajar de pie o levantar cargas pesadas con frecuencia, el 63% están expuestas a estrés laboral y el 62% alega algún riesgo físico frecuente en su lugar de trabajo.
Expertos de las Universidades de Almería y Granada aúnan sus esfuerzos para mitigar las consecuencias de un posible terremoto en el sudeste español. A partir del conocimiento de la peligrosidad sísmica local y en la vulnerabilidad de las construcciones y de los asentamientos de población existentes, los científicos pretenden estimar los daños y víctimas probables ante cada terremoto.