Un equipo internacional, liderado por la Universidad de Valencia, ha abierto un nuevo camino en la investigación de las llamadas ‘moléculas imán’. Ha desarrollado un nanoimán de gran simplicidad y alta estabilidad, una herramienta eficaz para la ciencia básica de la que partirán las tecnologías cuánticas del futuro.
Con un núcleo de arseniuro de indio y superconductores de aluminio en sus polos, investigadores del País Vasco e Italia han fabricado una pila que puede resultar clave para algunas tecnologías cuánticas. Genera una supercorriente que no es inducida por un voltaje, como en las pilas clásicas, sino por una diferencia de fase en el circuito cuántico.