Algunos tejidos biológicos tienen la capacidad de aumentar su rigidez y cambiar su color dependiendo de la tensión que se les aplique. Hasta ahora, la unión de ambas propiedades en un mismo material sintético había supuesto todo un reto. Un grupo de investigadores estadounidenses ha utilizado polímeros para el desarrollo de un elemento que presenta variaciones en estas dos cualidades según la presión aplicada. La técnica imita el comportamiento de un camaleón.
Investigadores de la Universidad de Barcelona y de la Universidad Bochum del Ruhr (Alemania) han logrado explicar un caso de cambios químicos provocados por la aplicación de fuerzas de tensión: el de la ruptura de moléculas de disulfuros enlazadas a cadenas poliméricas. En el estudio se ha empleado la simulación por ordenador para describir las transformaciones que se producen cuando estas moléculas están sometidas a fuerzas mecánicas de diferente intensidad.
En un estudio realizado en diez colegios españoles, solo el 17% de los menores presentó valores adecuados de vitamina D. La investigación, dirigida por la Universidad Complutense de Madrid, revela que los niños con los niveles más bajos de la vitamina tienen más alta la tensión y los triglicéridos, lo que aumenta el riesgo de que sufran enfermedades cardiovasculares en el futuro.
Un equipo europeo, con la participación de CIC nanoGUNE, ha comprobado que al tensionar y relajar un material se genera un efecto similar al del campo magnético que sirve para refrigerar. De esta forma han creado una tecnología de refrigeración magnética, en lugar de la clásica por gas, de menor impacto ambiental.
Águilas imperiales ibéricas (Aquila adalberti) en tendidos eléctricos.
Ante la ira, aumenta la frecuencia cardiaca, la tensión arterial y la producción de testosterona, disminuye el cortisol (la hormona del estrés), y el hemisferio izquierdo del cerebro se activa más. Así lo indica una nueva investigación liderada por científicos de la Universidad de Valencia (UV) que analiza los cambios en la respuesta cardiovascular, hormonal y de activación asimétrica del cerebro cuando nos enfadamos.
Un estudio realizado en la Universidad de Granada concluye que este problema afecta más a las mujeres que a los hombres. La investigación fue realizada mediante una encuesta a 885 estudiantes de primer curso de 23 titulaciones distintas que poseen asignaturas de matemáticas. Tensión, nervios, preocupación, inquietud, irritabilidad, impaciencia, confusión, miedo y bloqueo mental son algunos de síntomas de este mal.